junio 11, 2015
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Para combatir el aumento de peso solemos preocuparnos por lo que comemos, por hacer ejercicio y por dormir lo suficiente. Pero quizás todo esto no sea suficiente; según una nueva investigación, hay algunas razones extrañas por las que podrías estar engordando.



#1 Elegiste el sofá equivocado


Pasar demasiado tiempo delante de la televisión no es la única manera en que tu sofá puede contribuir a que aumentes de peso, muestra una nueva investigación de la Universidad de New Hampshire (UNH). Los muebles de espuma del tipo usado para hacer acolchados, los sofás y las sillas, a menudo contienen sustancias químicas retardantes de llama en caso de incendio. Y la exposición a esos productos químicos puede provocarcambios metabólicos que resultan en el aumento de peso y enfermedades como la diabetes tipo 2, según la investigación.
Aunque algunos fabricantes de muebles ya han comenzado a eliminar estas sustancias químicas de su relleno de espuma, la mayoría no lo han hecho. Si estás preocupado, quizás sea hora de cambiar de sofá y optar por otro modelo libre de esos químicos. También conviene limpiar frecuente y minuciosamente el polvo de tus muebles de polvo, que es una de las principales formas en que estos químicos entran en el cuerpo humano.

#2 No sabes lo que tu crema corporal te está haciendo en realidad





Los mismos químicos que hacen que tu crema para manos, rostro o cuerpo sea fácil de extender y rápida de absorber, también puede aumentar el riesgo de obesidad. Múltiples estudios, incluyendo un reciente informe de la Revisión Anual de Fisiología, han demostrado que estos productos químicos pueden alterar el funcionamiento de tu sistema endocrino, el grupo de glándulas que regulan y liberan hormonas en tu cuerpo. Esaalteración puede conducir al aumento de peso y a enfermedades metabólicas, concluye el informe.

#3 No has bebido leche entera desde que eras niña


Al contrario de lo que muchos piensan, la leche entera y los lácteos con grasa te ayudan a consumir menos calorías que los productos lácteos bajos en grasa.
Una revisión reciente de la revista European Journal of Nutrition encontró que las personas que comen productos lácteos con toda la grasa son menos propensas a ser obesas que los consumidores de lácteos bajos en grasa. Los autores del estudio dicen que muchos de los ácidos grasos que faltan en los productos lácteos bajos en grasa o sin grasa, pueden jugar un papel importante al indicarle a tu cerebro que estás satisfecha. En otras palabras, comer lácteos ricos en grasa podría ayudarte a sentirte satisfecha con menos calorías. Estos ácidos grasos también pueden desempeñar un papel beneficioso en la forma en que tu cuerpo digiere y almacena la grasa. 

Así que si has estado tratando de perder peso y no ves los resultados que esperas, ¡puede ser causa de alguna de estas razones.








































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